
Llevo al menos tres meses reservándote mi mejor porro; lo guardo en el cajón, entre mis bragas y sujetadores, para que nadie lo encuentre.
Anda tío, hazme caso.
Dónde te metes las noches de los sábados...
Mientras pienso todo esto, lo miro, con ojos de estado catatónico.
Voy a terminar por fumármelo yo sola, ¡capullo!
Ea, que se joda! BesosssS
ResponderEliminartú te lo mereces, por esperarle tanto.
ResponderEliminarNo merece una mirada por la espalda, un sábado sin noche, o un capullo sin olor floral, fumarse tu amor de esa manera. porque al mirar tu foto solo verá en el blanco y negro de las cenizas que queden, y depués te tocará a ti limpiar el cenicero. Si no, que lie él su corazón, que lo guarde tres meses y entonces, se ganará el derecho de picar a tu puerta.
ResponderEliminarCaladas...
ResponderEliminarSí soy el tipo raro amante de John.